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Cuando el cuerpo se siente limitado y la movilidad se ve circunscripta, la mirada, ansiosa y urgente, se arroja en los detalles y emprende vuelo sobre las formas. En el Jardín Botánico de Sydney, la mirada de Rosario Lázaro Igoa se concentra en los ibis, en el arte, en las palabras recién leídas de María Gainza, en la vidas ajenas.
Ni el viento furioso ni las lluvias tempestuosas logran perturbar la aparente normalidad del Jardín Botánico de Sydney. Acompañada de Byobu, la prosa poética de Ida Vitale y un ligero y primaveral aumento de la temperatura, Rosario Lázaro Igoa revisita a los almaceneros y ahorradores cactus.
Cada jardín es un paraíso, cercado, amurallado incluso, en el que los humanos nos acercamos a la Naturaleza, intentamos domesticarla, moldearla o simplemente, observarla en su diversidad. Rosario Lázaro Igoa recupera las notas del jardinero, botánico y paisajista Gilles Clément y nos invita a observar el jardín como lugar en que se cruzan la horticultura, la ciencia y la historia.
Palmeras, araucarias, grevilleas y también el desierto. Entre la naturaleza introducida y domesticada, su versión salvaje, por momentos inhóspita. Rosario Lázaro Igoa, desde el Jardín Botánico de Sydney, recorre los caminos de Voss, la gran novela del también australiano Patrick White.
Once relatos conforman Dinosaurios de otros planetas, de la irlandesa Danielle McLaughlin, un libro editado por Alter ediciones (2020) y traducido por nuestra colaboradora Rosario Lázaro Igoa. A través de sus palabras nos adentramos en bosques irlandeses, en ambientes domésticos y recuerdos pegajosos, y en la cuidada experiencia de traducción que supuso la publicación.
Un cuaderno amarillo y otro abandonado unen a las escritoras Rosario Lázaro Igoa y Helen Garner. Ambas escriben, anotan y crean entre la efímera frontera de la ficción y no ficción. Desde el recuerdo de un bar en Melbourne, Rosario Lázaro nos presenta los diarios y otras novelas de la escritora autraliana.
Entre islas ha viajado y ha vivido Rosario Lázaro Igoa, autora de una crónica que nos conduce a las fronteras del mar, a paraísos remotos que coquetean con un aislamiento que puede volverse infernal, a territorios que tal vez nunca aparezcan en los mapas.
Nos aislamos, pero la memoria y los recuerdos siguen viajeros entre andenes. Las palabras de Rosario Lázaro Igoa nos transportan con nostalgia hasta la estación central de Amberes/Antwerpen, donde nos esperan el escritor W. G. Sebald y su enigmático extranjero Jacques Austerlitz, errático y huérfano de patria.
Entre el Atlántico y el Pacífico, entre versos y lenguas, entre la bruma salada y la tierra frondosa, Rosario Lázaro Igoa nos espera con un poema. Desde la isla de hawaiana de Kauai, nos invita a leer al poeta estadounidense William Carlos Williams en la traducción poética de Octavio Paz.
La aridez de la tierra se enfrenta al copioso feijão tropeiro y la soledad de gauchos y vaqueros se encuentra con las lecturas de Rosario Lázaro Igoa. Acompañamos a la escritora uruguaya hasta la región brasileña de Minas Gerais con la guía de Guimarães Rosa y su novela Grande Sertão: Veredas: el Sertón es del tamaño del mundo.
Las casas desde el tren y desde la ventana los viajeros: Rosario Lázaro Igoa colecciona recuerdos, pasajeros e imágenes que la transportan entre Bélgica y Francia hasta la estación De vidas ajenas, un libro de Emmanuel Carrère en el que se cuela, a través de la ventanilla, entre sus personajes y ausencias.
Después de la tormenta llega la calma y tras una noche de vientos huracanados Lisboa vuelve a su cielo pálido y gris de melancolía. Entre ruidosos bares y cafés, tranvías amarillos y cuestas que parecen prolongarse hasta el infinito, Rosario Lázaro Igoa nos lleva hasta la capital lusa a través de los versos y pensamientos del escritor portugués por excelencia, Fernando Pessoa.
Ciudad de luces y rascacielos, de bares oscuros y de parques gigantes, de sabores infinitos, New York es, indiscutiblemente, ciudad de artistas. Las pinturas del MoMA se enredan con las memorias de Patti Smith y Robert Mapplethorpe en una nueva crónica de Rosario Lázaro Igoa.
Espía de la cotidianidad y cronista de los pequeños detalles, Hebe Uhart fue tan viajera como escritora. En sus Crónicas viajeras recorre Argentina, Uruguay, Brasil y Perú a través de pueblos tan recónditos como «accidentados». Entre estos, Rosario Lázaro Igoa elige Conchillas, una población en el Departamento de Colonia hasta la que nos invita a pasear.
Sin ser un libro de viajes, el poeta brasileño Haroldo de Campos creó un martexto de galaxiaspoema que como islas interconectadas invitan a viajar a través del lenguaje, para explorar y deslizarse hasta a llegar al núcleo de la palabra. La también traductora y escritora Rosario Lázaro Igoa, en su nebuloso soñar, nos guía en este viajescritura universal.